21 mayo, 2024

En un partido cargado de polémica, Vélez eliminó a River Plate y avanzó a los cuartos de final de la Copa Libertadores

Suárez había igualado la serie a falta de diez minutos, pero el árbitro revisó la jugada por una mano muy fina y lo anuló. River no pudo y Vélez pasó a cuartos.

Polémica noche de Copa Libertadores en el Monumental. Con el VAR como protagonista, el choque de vuelta entre River y Vélez por los octavos de final culminó sin goles y el conjunto de Liniers se quedó con la clasificación tras imponerse por la mínima en la ida.

La bronca del Millonario explotó a los 80 minutos, cuando Matías Suárez, que había ingresado hacía unos minutos, anotó el 1-0 para el equipo de Gallardo con un cabezazo de parietal derecho y el árbitro anuló el gol por un mínimo toque en el brazo del cordobés, si es que existió. La jugada fue advertida por la asistencia tecnológica, Roberto Tobar la revisó y después de varios minutos decidió cobrar la falta.

Hasta ese momento, aunque con escasa profundidad, los de Núñez habían sido dueños del partido. Pero no sin padecer los contrataques del Fortín, que por momentos estuvo cerca de estirar la diferencia en la serie.

De arranque Romero se perdió un mano a mano increíble después de una gran combinación colectiva que dejó al delantero frente a Lucas Hoyos. Más tarde, Julián Álvarez no estuvo fino para definir la suya y el primer periodo terminó con River siendo superior, pero sin lastimar.

El complemento solo fue un punto y seguido del primer periodo. El Millonario se predispuso lanzado en ataque y al minuto de juego Álvarez, en su despedida, se encontró en posición de gol en la puerta del área, pero fue interceptado justo a tiempo al rematar.

Los ingresos de Matías Suárez y Juanfer Quintero, en simultáneo, le dieron más creatividad y profundidad a la ofensiva riverplatense. El colombiano se tiró por la derecha y desde allí inició un avance que continuó para el cordobés en la izquierda y terminó con un sablazo de De La Cruz al borde externo de la red.

Hasta que a los 80, Esequiel Barco desbordó, levantó un centro pichado y el 7 de River cabeceó sobre Ortega casi debajo del arco. Todo era festejo, hasta que Tobar fue a ver la repetición y tras varios minutos desestimó el tanto.

Sobre el final, ya con la desesperación, el fastidio y el reloj de enemigo, el conjunto de Gallado no volvió a ponerse en partido y se quedó afuera de la Copa Libertadores.

La polémica no le quita méritos a un Vélez que estuvo a la altura de las circunstancias y se quedó con la clasificación gracias a la diferencia que sacó en su casa