7 mayo, 2024

8 hábitos que alargan la vida de los perros

La ciencia demostró que ciertas conductas mejoran la salud de nuestros animales de compañía

La compañía, la lealtad y la contención afectiva de un perro en el contexto de la vida posmoderna son cualidades capaces de cambiar por completo a una familia que es capaz de verlos como un miembro más, generando de esta forma el concepto de familia multiespecie.

En los últimos tiempos se ha comenzado a considerar a los animales de compañía como un miembro más de la familia y a discutir los códigos obsoletos dejando de considerarlos como cosas para darles la categoría de seres sintientes, brindándoles una mayor protección frente al posible maltrato.

La muerte de un perro en el seno familiar puede desencadenar gran tristeza y conmoción, lo que ha motivado el aumento de los cuidados relativos a garantizar su bienestar y su calidad de vida.

Los perros viven una media de entre 12 a 15 años dependiendo de su estirpe o raza y también de su tamaño.

Se ha comprobado que más allá de la genética de cada animal, factor determinante esencial de la esperanza de vida, el trato que le dispensemos hará o no que esa huella genética sea una realidad tangible.

La conclusión de todos los estudios ha señalado una cantidad de hábitos que, al incorporarlos a la vida cotidiana, se convierten en la mínima garantía para poder alcanzar el máximo potencial vital canino.

Estos hábitos son:

1 – Una consulta al veterinario una vez por año: esta práctica resulta fundamental para poder detectar tempranamente cualquier problema de salud del perro. En el caso de los perros de más de 10 años, se recomienda un mínimo de dos veces por año.

2 – Vacunar a los perros: los animales protegidos cuentan con mayor esperanza de vida al prevenir infecciones que deterioren su salud. Todos los perros deberían ser vacunados contra todas las enfermedades posibles todos los años durante toda la vida del animal.

3 – Desparasitación externa e interna: un análisis coproparasitológico periódico y efectivizar la subsecuente necesidad de desparasitación es una práctica saludable para nuestro perro. De la misma forma la utilización de los métodos preventivos para ectoparásitos son una garantía de menor frecuencia y posibilidad de enfermedades concurrentes.

4 – La castración preventiva puede evitar, además de la reproducción indeseada, muchas enfermedades como tumores o enfermedades de transmisión sexual.

5- Buena alimentación: una dieta saludable y variada está relacionada con la calidad de vida de los animales.

6 – Paseos: dos o tres paseos al día de mínimo media hora complementados con juegos favorecen la salud integral evitando enfermedades y prolongan la vida de nuestros perros.

7 – Buena higiene: pelo, oídos y dientes limpios de forma adecuada consiguen que los perros padezcan menos enfermedades e infecciones.

8 – Contacto con humanos: el contacto de los perros con las personas resulta fundamental y disminuye sus niveles de cortisol. Además, se aumentan los niveles de oxitocina (la hormona del amor y del vínculo) y de serotonina (el mediador de la felicidad y del equilibrio emocional) que se relacionan directamente con los sentimientos y su equilibrio tanto de los perros como de los humanos.

*El Prof. Dr. Juan Enrique Romero @drromerook es médico veterinario. Especialista en Educación Universitaria. Magister en Psicoinmunoneuroendocrinología. Ex Director del Hospital Escuela de Animales Pequeños (UNLPam). Docente Universitario en varias universidades argentinas. Disertante internacional.