19 mayo, 2024

Con Uruguay en contra, la Argentina, Paraguay y Brasil sellaron su postura regional en la cumbre del Mercosur

El bloque reafirmó este martes su “compromiso” de alcanzar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pero Luis Lacalle Pou reclamó la apertura de mercados y advirtió que su país podría avanzar de manera unilateral.

Uruguay volvió a mostrar su disconformidad sobre la marcha del Mercosur al declinar firmar el documento final de la cumbre de presidentes celebrada este martes en Puerto Iguazú.

Después de reclamar la apertura de mercados y advertir que podría llegar a avanzar de manera unilateral, el presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, evitó suscribir el documento que puso punto final a la reunión.

En el texto final, el Mercosur reafirmó este martes su “compromiso” de alcanzar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea (UE) que sea beneficioso para ambas partes. Uruguay, si bien respalda las negociaciones de la UE, cuestiona otros aspectos del actual estado del proceso de integración en el Mercosur.

Qué dice la declaración final de la cumbre del Mercosur

Al cabo de la cumbre de jefes de Estado del Mercosur, el bloque reiteró “el compromiso para avanzar hacia la pronta suscripción del Acuerdo de Asociación con la UE para el beneficio de todas las partes y que considere sus distintos niveles de desarrollo”.

La declaración conjunta lleva las firmas de los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Paraguay, Mario Abdo, pero no del de Uruguay, Luis Lacalle Pou.

Los mandatarios firmantes “destacaron los trabajos llevados a cabo” en el semestre que concluyó, en particular la reunión de jefes negociadores Mercosur-UE, celebrada en Buenos Aires en marzo, y la de jefes negociadores alternos desarrollada el 15 de junio, “que permitieron abordar las cuestiones pendientes y mantener una discusión franca sobre las aspiraciones y prioridades de cada uno de los bloques”.

Tras dos décadas de negociaciones, la UE y el Mercosur alcanzaron un acuerdo político general en 2019, pero desde entonces las conversaciones han estado prácticamente paralizadas por divergencias entre las partes. Entre otras cosas, los europeos plantearon en febrero nuevas pretensiones en materia ambiental que los gobiernos sudamericanos rechazan.

En la declaración conjunta, los mandatarios reiteraron “su preocupación por la evolución de iniciativas legislativas que pudieran desembocar en medidas restrictivas del comercio que afecten las exportaciones agrícolas del Mercosur y alteren unilateralmente el equilibrio de los términos del acuerdo concluidos en principio en 2019 entre Mercosur y la UE”.