18 mayo, 2024

La NASA construirá un reactor nuclear en la Luna.

La administración de Donald Trump autorizó a la NASA a impulsar el uso de esta tecnología para asegurar la presencia en la Luna y enviar astronautas a Marte.

Donald Trump tomó una de sus últimas medidas antes de dejar la Casa Blanca: aprobó una directiva solicitada por expertos de la NASA para impulsar el uso de energía nuclear en el Espacio, para asegurar la presencia en la Luna y enviar astronautas a Marte.

De esta manera, la NASA se fijará como prioridad la instalación de un reactor nuclear en la Luna para dotar de energía suficiente al satélite natural de la Tierra para avanzar en su programa de exploración.

La Estrategia Nacional para la Propulsión y la Energía Nuclear Espacial (SNPP), firmada por Trump como Space Policy Directive-6 (SPD-6) establece metas a cumplir, una serie de principios a respetar y una hoja de ruta de apoyo de alto nivel que demuestran el compromiso de Estados Unidos de utilizar los sistemas de propulsión y generación de energía nuclear en el espacio y otros mundos «de forma segura, eficaz y responsable». La meta es concretar todas las ideas antes de que finalice la década.

Si la NASA logra cumplir con sus objetivos, el proyecto de instalar el primer vecindario humano en la Luna estará muy cerca de concretarse.

Cabe destacar que la carrera por poblar la Luna está que arde y el apuro de la administración Trump y de la NASA se debe a que China, alentada por una exitosa misión en la que trajo piedras de la Luna a Tierra por primera vez en más de 40 años, anunció ambiciosos planes espaciales, incluido el posible establecimiento de una base en el satélite de la Tierra.

Un vocero del programa espacial chino dijo que hay tres misiones lunares pautadas y programas para traer muestras de Marte y explorar el planeta Júpiter y asteroides.

“La exploración de las verdades del universo está apenas comenzando”, expresó Wu Yanhua, subdirector del Programa de Exploración Lunar Chino, durante una conferencia de prensa llevada a cabo tras el retorno de la cápsula Chang’e 5 con las primeras muestras lunares traídas a Tierra en más de 40 años.