18 mayo, 2024

La crecida de las Cataratas del Iguazú arrastró a una de las pasarelas de la Garganta del Diablo

Las intensas lluvias provocaron el desprendimiento de una parte del circuito turístico que permanecerá cerrado hasta “poder garantizar la seguridad de los visitantes y trabajadores”.

La crecida de los ríos Iguazú y Uruguay, que afectan desde hace algunos días la zona de las Cataratas, provocaron en las últimas horas el desprendimiento de una parte de la pasarela de la Garganta del Diablo, una de las áreas más turísticas del lugar.

“El agua todavía está muy alta, no podemos evaluar todo el daño. Los pilotes están atados con acero y se han deslizado en el río, hay que recuperarlos para rearmar nuevamente. No se puede cuantificar el daño real”, explicó Atilio Guzmán, intendente del Parque Nacional Iguazú.

El funcionario explicó en diálogo con el portal La Voz de Cataratas que la estructura “se mueve” y por la crecida se cayó al agua, por lo que ahora los expertos intentarán salvar los pilotes dañados para volver a colocarlos en su sitio.

En este sentido, Guzmán señaló que todavía no hay fecha de apertura del circuito, ya que “es muy apresurado dar una respuesta del daño real”, porque “hay esperar que baje el agua para saber”.

Según el monitoreo hidrológico realizado por la brasileña Compañía Paranaense de Energía (Copel), hasta el viernes último la cuenca tenía un caudal de 10.100 m³ por segundo, por lo que la situación seguía siendo complicada.

La crecida de los ríos fue provocada por las intensas lluvias en la zona de las altas cuencas y el jueves pasado generó desbordes de los cursos de agua que, a su vez, obligó a evacuar y cerrar preventivamente del Parque Nacional Iguazú.

Las precipitaciones en las altas cuencas hicieron que el caudal creciera considerablemente durante el fin de semana pasado y que en las Cataratas se registraran casi 5.000 metros cúbicos por segundo. Sin embargo, al día siguiente el predio abrió sus puertas y este sábado estaba recibiendo a los turistas en su horario habitual, aunque solamente estaban habilitados los circuitos superior e inferior.

“El circuito hacia Garganta del Diablo continúa cerrado hasta garantizar la seguridad de los visitantes y trabajadores. ¡Los esperamos!”, difundió el Parque a través de un comunicado en sus redes sociales.

Las intensas lluvias provocaron, además, que las represas hidroeléctricas de Brasil abrieran ese mismo jueves las compuertas para aliviar la carga de agua. Por esto, varias comunas asentadas a la vera del río Uruguay comenzaron a sufrir desbordes y tuvieron que ser evacuadas.

En la localidad de San Javier, principalmente la zona ribereña, permaneció en alerta por la creciente del río Uruguay, a pesar de que en ese momento el nivel se encontraba en 3,5 metros, aunque crecía cinco centímetros por hora, según un informe de Prefectura Naval.