4 mayo, 2024

Arranca el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa

Los acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell son ocho rugbiers quienes podrían ser condenados a prisión perpetua.

Tres años después, arranca este lunes el juicio contra los ocho jóvenes rugbiers acusados por el crimen de Fernando Báez Sosa a la salida de un boliche en Villa Gesell, en el marco de un proceso judicial que tendrá en medio del desarrollo un nuevo aniversario del brutal asesinato que quedó registrado en varias filmaciones.

Todos los acusados están detenidos y podrían ser condenados a perpetua en el juicio, que se llevará a cabo durante la feria judicial de enero en la ciudad de Dolores, ya que el Tribunal a cargo de María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari tiene la agenda cargada y por eso decidió llevar adelante este debate en el receso de verano.

En este marco, el 18 de enero próximo no será un aniversario más para los papás de Fernando Báez Sosa, el joven de 18 años asesinado por un grupo de rugbiers a la salida del boliche Le Brique ese día del 2020, ya que en medio del recuerdo se estará llevando a cabo el juicio oral.

Máximo Pablo Thomsen; Ciro Pertossi; Enzo Comelli; Matías Franco Benicelli; Blas Cinalli; Ayrton Michael Viollaz; Lucas Fidel Pertossi y Luciano Pertossi, según la Justicia, «acordaron» darle muerte a Báez Sosa en esa brutal golpiza que le propinaron frente al boliche, en pleno centro de la localidad costera y en medio de una gran oleada de jóvenes que visitan para esa fecha la ciudad balnearia.

Además, serán juzgados por las lesiones sufridas por cinco amigos de Fernando al momento del ataque.

Previamente, el grupo de rugbiers y Fernando habían tenido un altercado dentro de Le Brique, por lo que intervino la seguridad del lugar y echó a los dos grupos, por separado. Sin embargo, los primeros fueron en búsqueda de la víctima una vez que ambos estaban en la puerta del boliche.

Según la imputación, Thomsen, Pertossi, Comelli, Benicelli y Cinalli «abordan por detrás a Fernando Báez, aprovechándose de que el mismo estaba de espaldas e indefenso, y de esta manera actuando sobre seguro, en virtud de la superioridad numérica y física, lo rodean, se abalanzan sobre él y comienzan a propinarle golpes de puño en su rostro y cuerpo» hasta que cae inconsciente y pierde la vida.

«Le propinaron allí en el suelo, varias patadas en su rostro y cabeza, causándole lesiones corporales internas y externas, las cuales provocaron su deceso en forma casi inmediata, al causarle un paro cardíaco producido por shock neurogénico debido a un traumatismo grave de cráneo», agregó la imputación hecha por la fiscal Verónica Zamboni.

Los otros tres, Villaz y Lucas y Luciano Pertossi «previo acuerdo y distribución de tareas con los otros sujetos activos, también participaron premeditadamente de la agresión con el fin de dar muerte a la víctima, posibilitando fundamentalmente la comisión del hecho, ya que rodearon tanto a Fernando Báez Sosa como a los amigos que estaban junto a él, impidiendo de ésa forma que este pudiese defenderse por sí solo e incluso recibir defensa por parte de sus amigos y/o terceros».

Los acusados quedaron filmados por varias cámaras de seguridad posterior al hecho, donde siguieron con su rutina diaria de vacaciones, pero fueron detenidos a las pocas horas tras ser identificados a lo que se sumó gran cantidad de declaraciones testimoniales que vieron cuando emprendían la golpiza a Fernando.

«Chicos no se cuenta nada de esto a nadie», fue uno de los mensajes que envió Ciro Pertossi a un grupo de WhatsApp que integraba con los otros acusados, intentando poner silencio sobre lo que había ocurrido momentos antes.

«Tenían plena conciencia y conocimiento de que había causado la muerte de Fernando, pese a lo cual, todos ellos huyeron del lugar, y se escondieron», sostuvo la Fiscalía.

El brutal asesinato de Fernando Báez Sosa conmovió a la sociedad, por lo que sea realizaron varias marchas para exigir justicia por el joven. Algunas de las movilizaciones estuvieron encabezadas por sus padres, Silvino y Graciela.